Ariadna Pujol es una creativa freelance que ha ganado diversos premios junto con publicaciones y alguna exposición moviéndose por el diseño gráfico, la fotografía y dirección de arte. El último premio ganado: II Beca de fotografía Pere Català i Pic 2019 de l’Institut d’Estudis Vallencs.

Sus fotografías de Instagram (@adnapujol) las define como su autobiografía visual. Es su mirada y su experiencia retratada en una imagen minimalista, detallista y con un aire incluso bucólico que vive en su día a día. Decidió dejar atrás la ciudad bulliciosa de Barcelona por un entorno más rural, las tierras de Valls, para reencontrarse con sus raíces y conectar con la creatividad desde otra perspectiva cultural. 

Actualmente, sigue haciendo reportajes y otros proyectos de diseño gráfico sin faltar el color de su mirada, ni de su identidad de dedicación y experiencia.

ENTREVISTA

¿Cómo definirías tu estilo de vida?

Como autónoma o freelance en una masía con gallinas, aunque esto no quita el estrés. Trabajo desde casa y a veces fuera depende de las sesiones de fotos, el estudio y el plató.

Háblanos sobre los premios que has ganado. 

Combino fotografía y diseño gráfico, comenzé con las fotografía porque es como de más fácil acceso. Empecé de pequeña cuando mi tía me regaló una de las cámaras compactas donde te salía todo pixelado y gané mi primer concurso de fotos con 14 años. El hecho de ganar el concurso me enganchó y me presenté a más hasta ganar el XXIII Pere català i Pic. A nivel de diseño con los proyectos académicos y los Laus Bronze, uno era sobre identidad y el otro por un proyecto para Exogàmia. Y con el proyecto de fin de grado (Koila) gané el tercer premio de Acento G de Gràffica, es guay porque combina diseño y fotografía.

Qué proyecto crees que ha sido el más desafiante?

El de Koila porque normalmente te viene un cliente y te dice: tengo esto y necesito resolverlo, de manera que ya tiene la información y el concepto definido. En cambio este, como era el proyecto de fin de grado y la información que quería explicar no la tenía en ningún sitio, la tuve que buscar y crear el contenido. 

Hemos visto que has realizado diversos cursos de patchwork, textile, design thinking... ¿qué es lo que te lleva a hacer esos cursos? 

He trabajado para diferentes empresas, startups y estudios de diseño. Llega un momento en mi vida que vuelvo de Barcelona a Valls, mi casa de origen. Todo el mundo decía que a Valls no me podría dedicar al diseño y a la fotografía pero cuando decidí volver me ofrecieron trabajo de diseñadora gráfico en un estudio de Tarragona de media jornada. Entonces me doy cuenta que las necesidades son las mismas, son iguales al mundo rural que en la ciudad. En las horas libres me ponía como autónoma porque tenía muchas horas libres haciendo media jornada y tantas horas al ordenador me colapsaba. Es por eso que empecé a hacer cursos de joyería, cerámica, macramé… y a partir de ahí creo como un proyecto personal Valtrus y también es cuando me creo instagram y Etsy para vender mis encuadernaciones. Supongo que todo lo hecho a mano y la artesanía me veo como de pequeña porque en mi casa mi abuela es pintora y mi madre tiene un taller de patchwork de coser, es algo que he vivido toda la vida. 

¿Qué buscas en tus creaciones?

Lo que busco al fin y al cabo, es solucionar un problema. Ya sea de comunicación, como el más básico, o a partir del concepto y valor que se encuentra detrás intentando siempre cumplir la funcionalidad y hacerlo más bonito. Al final, creo que sirvo para que la gente empatize al igual que yo con el cliente y la marca. Es explicar una historia y un punto de vista. 

Te apasiona..

Las plantas. Tengo muchas en casa, más de 40. 

Una cagada.

Me dejé el disco dura de memoria con todos los proyectos de mi vida en el tren y no lo pude recuperar. Sin duda fue mi culpa porque no lo pude recuperar. 

Colores favoritos

Me encantan los colores de otoño, mi novio siempre me dice que vivo en uno porque siempre voy vestida con estos colores. 

Tu lugar favorito de Barcelona.

Antes, cuando vivía en el Eixample Esquerra siempre intentaba buscar los puntos más elevados para ver el skyline de la ciudad. Un proyecto que me parece guay haber hecho en Barcelona es la identidad de la Sala Siconi, espai d’art, cultura i feminisme.