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Una Nueva Manera de Hacer Cine

El libro y la revista

Descubrí la novela La Uruguaya hace unos años, en una librería de Barcelona, creo que Laie (la de la calle Pau Claris). Ya conocía a su autor, Pedro Mairal, y lo recordaba en especial por El gran surubí, el poema-folletín que publicó — maravillosamente ilustrado por Jorge González—, en la primera época de la revista Orsai, allá por 2011. (Para quienes no conozcan esta iniciativa, pueden ver este video de su creador, Hernán Casciari. Es una propuesta que cambió las reglas del juego: una revista literaria, con textos largos, sin publicidad, y financiada y distribuida por sus propios lectores, en España, Latinoamérica y unas cuantas otras regiones del mundo).

El libro me gustó mucho: creo, que además de contar un argumento algo inquietante dentro de una vida que se está volviendo bastante aburrida, es una gran metáfora de la relación idealizada que muchas personas de Buenos Aires tienen con Montevideo y Uruguay, en general (pueden consultar un resumen del argumento aquí). Lo leí, lo comenté, lo recomendé y lo guardé en mi biblioteca (que desde hace unos años, ordeno alfabéticamente por los apellidos del los autores y autoras, aunque aún no haya encontrado un sistema que me convenza del todo…)

 

La convocatoria

Como sigo vinculada a la llamada “Comunidad Orsai” por haber sido distribuidora de la revista hace casi una década, me enteré de que iban a empezar a producir cine y series; y claro, no lo iban a hacer del modo tradicional. La propuesta me atrapó enseguida: ofrecieron 6000 bonos de 100 dólares cada uno, para quienes quisieran convertirse en productores asociados, desde cualquier parte del mundo. Como con la revista, el proceso de comprar y pagar los bonos fue un aprendizaje colectivo, que se fue mejorando gracias a las ganas y el apoyo de todos los que formamos parte del proyecto de la película. A pesar de las dificultades, en menos de dos meses se juntó todo el presupuesto, logrando algo insólito en el ámbito de la producción cinematográfica: tener todo el dinero antes de que se empiece a filmar. Y aunque esto pueda sonar a mecenazgo, va mucho más allá: cada uno de los productores es un inversor, que tendrá ganancias cuando la película se estrene y empiece a circular. No se trata de un apoyo puntual “por amor al arte”, sino de una inversión, una nueva forma de hacer cine. Además, a lo largo de todos estos meses, los socios hemos ido tomando decisiones: hemos votado a los protagonistas —que además fueron seleccionados a partir de un casting abierto al que se podía presentar quien quisiera hacerlo—, participamos en reuniones online para decidir temas diversos, y podemos interactuar en el pódcast que se graba desde el inicio de la preproducción. Además, gracias a uno de los productores, los casi 2000 socios aparecemos en IMDB, lo que debe ser algún tipo de récord.

 

La directora

Como no podía ser de otra manera, la directora —Ana García Blaya—, fue elegida a raíz de que Hernán Casciari y Chiri Basilis (su amigo de la infancia y compañero en todas las aventuras de Orsai) vieron su primera película: Las buenas intenciones. El film ganó distinciones en los festivales de Toronto y San Sebastián, pero sobre todo, tiene un tono y un ritmo que encaja con lo que se buscaba para la versión audiovisual de La Uruguaya. Ana se sumó al proyecto inmediatamente y además, cobró en bonos, reforzando aún más la confianza colectiva en este gran proyecto cultural.

 

El rodaje

La filmación de la película comenzó hace unos días en Montevideo, Uruguay, con el apoyo de los socios productores —que ayudan en lo que haga falta, desde mover cajas y ofrecer locaciones, a ser figurantes/extras o actores—, y seguirá durante noviembre en Buenos Aires, Argentina. Los protagonistas —Fiorella Bottaiolli y Sebastián Arzeno— finalmente pudieron convertirse del todo en Guerra y Lucas —sus alter ego literarios—, después de haber ensayado a distancia, debido a la pandemia. En la cuenta de Instagram de la película se pueden seguir los pasos de la filmación, y conocer a todos los que forman parte del equipo. Y cada día es una aventura intensa, en la que se siente el espíritu realmente colaborativo que es clave en este proyecto, desde el primer día.

 

El estreno

En principio, el primer corte de la película se estrenará el 28 de diciembre de 2021 en Buenos Aires, para socios productores, quienes podrán hacer comentarios y sugerencias.  A partir de allí, la directora trabajará en la versión definitiva de La Uruguaya para estrenarla formalmente. También está por verse —y decidir entre todos— si se vende a plataformas de streaming. Algo de esto se fue decidiendo desde el inicio (como por ejemplo, si se estrenaba en cines comerciales o no), pero muchas cosas se irán ajustando cuando la película se estrene. Al final, se trata de un viaje novedoso, que si de algo puede enorgullecerse, es de cambiar las reglas. Y eso se hace sobre la marcha, adaptándose a las oportunidades, y gracias al entusiasmo y trabajo de mucha gente.

 

Bonus track (nunca mejor dicho): todos los socios productores recibieron un bono en papel, que los acredita como tales. Ilustrados por el estudio Yaniguille (de Yani Arabena y Guille Vizzari), son un certificado precioso y personalizado.

Bonus track 2: El próximo proyecto audiovisual es una serie, llamada Canelones. Si quieren colaborar, todavía hay tiempo. Aquí tienen la información.

 

La Uruguaya

 

La Uruguaya 

Fotos:

1. Primera lectura de guion de La Uruguaya, con distancia social.

2. Reunión de producción.

3. Socios productores con sus bonos en papel.

Portada: Socios productores en Montevideo, donde hicieron de figurantes.

@laruguayapelicula

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